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Universidad de Chile resucita en una noche de furia y emoción ante Lanús por Copa Sudamericana

Por: Yarkus Pérez Gándara / Fusión Deportiva


Foto: Portal web Universidad de Chile

SANTIAGO.- En una noche eléctrica, Universidad de Chile y Lanús empataron 2-2 en el Estadio Nacional por la ida de las semifinales de Copa Sudamericana. Un espectáculo que mezcló fútbol puro, drama, polémica y, lamentablemente, un capitulo de violencia que opacó la previa. Lo que parecía una derrota segura se transformó en un empate agónico para la “U”, que mantiene su sueño internacional intacto y deja abierta la serie para decidir en Argentina.

Arranque fatal y reacción azul

El partido comenzó bajo una atmósfera tensa, sin público en las gradas por castigo previo, pero con la misma presión de una semifinal continental. Universidad de Chile salió nerviosa y lo pagó caro: dos errores defensivos permitieron que Rodrigo Castillo anotara para Lanús al 25’ y 28’. El equipo argentino mostró solidez, robando balones en mitad de cancha y atacando por los costados, mientras la “U” no encontraba los circuitos ofensivos y parecía hundirse.​

Pero el fútbol es impredecible y los azules reaccionaron en el segundo tiempo. Gustavo Álvarez apostó a la renovación y el ingreso de Lucas Di Yorio fue clave: tras aprovechar un rebote en el área, descontó al 62’. Desde ese momento, Universidad de Chile se lanzó y llenó de centros la portería de Nahuel Losada, que se erigía como figura, evitando el empate en varias oportunidades.​

El penal del alivio y el final polémico

El desenlace fue digno de una semifinal. En el descuento, una mano en el área de Agustín Cardozo, tras revisión del VAR, derivó en penal a favor de los chilenos. Charles Aránguiz, símbolo y capitán, asumió la responsabilidad y con un disparo ajustado decretó el 2-2 al 90+9’. El festejo fue un desahogo para todo el plantel y los pocos presentes del staff azul.​

Las protestas desde el banco argentino por una supuesta falta previa de Matías Zaldivia agregaron picante. Ramiro Carrera casi le da el triunfo a Lanús después, pero su cabezazo se fue por arriba. El empate, aunque agridulce para los visitantes, da margen para la revancha.​

“Nos levantamos con huevos. Este equipo no se rinde”, declaró Aránguiz entre los aplausos de sus compañeros. Zielinski, técnico granate, lamentó la desconcentración en el cierre: “Teníamos el partido, perdimos el control y nos empataron. Hay que mejorar para la vuelta”.​

Ataque al bus de Lanús y el clima de tensión

Antes del fútbol, la noticia fue otra: el bus que transportaba al plantel argentino sufrió un ataque a pedradas en las inmediaciones del Nacional. Eduardo “Toto” Salvio grabó el momento y compartió las imágenes en sus redes: un peñasco visible dentro del bus y una ventana destrozada. “Así nos reciben los hinchas locales. Hasta que no maten un jugador no va a cambiar”, escribió en un mensaje que se viralizó rápidamente en el ambiente futbolístico.​

El ataque se produjo en la intersección de Carlos Ditborn y Marathon. Decenas de hinchas siguieron los buses desde el hotel en Pudahuel y lanzaron piedras al llegar al estadio. Las fuerzas policiales dispersaron a los agresores, pero no hubo detenidos. Desde Lanús y la Conmebol condenaron el hecho y exigen acciones disciplinarias. Universidad de Chile lamentó el episodio en un comunicado, mientras desde la Intendencia anunciaron refuerzos en seguridad para el futuro.​

La llave, el próximo desafío y el contexto azul

El empate deja el panorama abierto de cara a la revancha en “La Fortaleza” de Lanús, programada para el próximo jueves, donde la “U” necesita hacer historia para avanzar a la final. Antes, el equipo universitario deberá enfrentar a Universidad Católica por el Campeonato Nacional, en un clásico clave el domingo al mediodía.​

El vestuario de la “U”, aunque dolido por el mal inicio y la polémica arbitral, mostró unidad y valentía. Lanús, por su parte, sueña con la revancha y confía en el poder de su localía.

Lo que no se vio en TV: testimonios y el detrás de cámaras

Varios jugadores de Lanús se mostraron conmocionados por el ataque al bus y la falta de protección. Salvio expresó su enojo públicamente y la dirigencia granate solicitó a la Conmebol tomar cartas en el asunto. “Fue traumático, no lo esperábamos viniendo a un país hermano”, relató el preparador físico a este medio.

Los directivos azules, consultados en exclusiva, admitieron la vergüenza y anunciaron medidas internas para cooperar con la investigación. “Nada justifica la violencia”, afirman desde la gerencia.​

El fútbol y sus contrastes: pasión y violencia

La noche en Ñuñoa fue un espejo de los contrastes del fútbol sudamericano. En la cancha, Universidad de Chile y Lanús ofrecieron un espectáculo digno de semifinal, con emoción, goles y polémica. Fuera de ella, la violencia reabrió el debate sobre la seguridad y la responsabilidad de los clubes y autoridades.​

La imagen de Aránguiz celebrando el penal y la del cristal roto del bus rival resumen el drama de una noche que nadie olvidará.

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